Mhoni Vidente revela cómo hacer el ritual del Justo Juez para resolver casos imposibles.
El ritual del Justo Juez es muy poderoso para destrabar casos difíciles, que se acercan a lo imposible, en cuestiones legales. La astróloga Mhoni Vidente nos explica cómo realizarlo con éxito.
La astróloga Mhoni Vidente reveló qué hechizo hacer cuando se enfrenta un caso legal que no se ha podido resolver, sea propio o de una persona querida, y parece imposible llegar a un final positivo. Se trata del ritual del Justo Juez, un poderoso procedimiento espiritual que ayuda a limpiar las energías negativas para que la conclusión salga a nuestro favor.
La denominación del Justo Juez está inspirada en el momento bíblico cuando Jesús de Nazaret fue presentado ante Poncio Pilatos y declaró que su reino no está en este mundo, por lo que se le representa con la imagen de Jesucristo. En este sentido, se dice que únicamente él es quien puede juzgarnos.
Mhoni Vidente explicó que para el ritual se necesita una vela roja del Justo Juez, 2 vasos de cristal llenos con agua, el incienso que se tenga a la mano, cerillos, 3 monedas de la misma denominación, hoja de papel en blanco, un bolígrafo de tinta roja, agua bendita, tu perfume personal, loción florida, hojas de albahaca secas, clavos de olor, canela en polvo, 1 huevo rojo y un puño de sal de cocina.
Ritual del Justo Juez paso a paso
La astróloga recomendó hacer el ritual del Justo Juez cualquier día de la semana después de las 3:00 PM, a la hora que sea más cómoda para ti. El paso a paso es el siguiente:
Paso 1: con el bolígrafo de tinta roja anota tu nombre completo en la hoja de papel, fecha de nacimiento y describe el problema que deseas se resuelva, por ejemplo “tengo un problema con migración…” y la fecha límite que estimes debe estar finiquitado el asunto. Si tienes documentos de la demanda colócalos junto a tus anotaciones.
Paso 2: dobla el papel a la mitad y colócalo debajo de la vela del Justo Juez.
Paso 3: perfuma el huevo rojo con tu loción personal y pásalo por todo tu cuerpo, de los pies a la cabeza. Rómpelo, deposítalo dentro de uno de los vasos con agua y agrega una pizca de sal.
Paso 4: humedece tus manos con agua bendita y frota tu cuerpo. Haz el mismo paso con el agua florida.
Paso 5: coloca las hojas secas de albahaca, clavos de olor y la canela en polvo alrededor de la vela del Justo Juez.
Paso 6: ahora reza la oración del Justo Juez. De acuerdo con el sitio Iglesia.info, el rezo es el siguiente:
“Divino y Justo Juez de vivos y muertos, eterno sol de justicia, encarnado en el casto vientre de la Virgen María por la salud del linaje humano. Justo Juez, creador del cielo y de la tierra y muerto en la cruz por mi amor.
Tú, que fuiste envuelto en un sudario y puesto en un sepulcro del que al tercer día resucitaste vencedor de la muerte y del infierno.
Justo y Divino Juez, oye mis súplicas, atiende a mis ruegos, escucha mis peticiones y dales favorable despacho.
Tu voz imperiosa serenaba las tempestades, sanaba a los enfermos y resucitaba a los muertos como Lázaro y al hijo de la viuda de Naim.
El imperio de tu voz ponía en fuga a los demonios, haciéndoles salir de los cuerpos de los poseídos, y dio vista a los ciegos, habla a los mudos, oído a los sordos y perdón a los pecadores, como a la Magdalena y al paralítico de la piscina.
Tú te hiciste invisible a tus enemigos, a tu voz retrocedieron cayendo por tierra en el huerto los que fueron a aprisionarte y cuando expirabas en la Cruz, a tu poderoso acento se estremecieron los orbes.
Tú abriste las cárceles a Pedro y le sacaste de ellas sin ser visto por la guardia de Herodes. Tú salvaste a Dimas y perdonaste a la adúltera. Suplícote, Justo Juez, me libres de todos mis enemigos, visibles e invisibles: la Sábana Santa en que fuiste envuelto me cubra, tu sagrada sombra me esconda, el velo que cubrió tus ojos ciegue a los que me persiguen y a los que me deseen mal, ojos tengan y no me alcancen, manos tengan y no me tienten, oídos tengan y no me oigan, lengua tengan y no me acusen y sus labios enmudezcan en los tribunales cuando intenten perjudicarme.
¡Oh, Jesucristo Justo y Divino Juez!, favoréceme en toda clase de angustias y aflicciones, lances y compromisos y haz que al invocarte y aclamar al imperio de tu poderosa y santa voz llamándote en mi auxilio, las prisiones se abran, las cadenas y los lazos se rompan, los grillos y las rejas se quiebren, los cuchillos se doblen y toda arma que sea en mi contra se embote e inutilice.
Ni los caballos me alcancen, ni los espías me miren, ni me encuentren. Tu sangre me bañe, tu manto me cubra, tu mano me bendiga, tu poder me oculte, tu cruz me defienda y sea mi escudo en la vida y a la hora de mi muerte.
¡Oh, Justo Juez, Hijo del Eterno Padre, que con Él y con el Espíritu Santo eres un solo Dios verdadero!
¡Oh Verbo Divino hecho hombre!
Yo te suplico me cubras con el manto de la Santísima Trinidad para que libre de todos los peligros y glorifiquen tu Santo Nombre.
Amén”.
Paso 7: deposita las 3 monedas en el otro vaso con agua. Prende el incienso y la vela del Justo Juez.
Paso 8: se debe rezar la oración del Justo Juez por 9 días seguidos a la misma hora.
Fuente: La Opinión.
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