Hoy has vuelto a ser tú misma, se te han pasado las neuras y estás en tu fase zen, relajada y tranquila. Y ahora ves que todas las cosas tienen mejor solución cuando las piensas y las resuelves con calma, que cuando las intentas resolver cediendo al primer impulso.
En medio del descanso dominical, te puede salir una tarea que no puede esperar. Puede surgir en cualquier ambiente, tal vez reparar un atasco del fregadero o preparar una paella improvisada porque os apetece mucho.
Sea lo que sea, no te apures porque te saldrá divinamente y recibirás muchas alabanzas por ello. Una consecuencia será que en el futuro habrá quien recuerde ese día y te lo premie.
Procura mantener esta relajación y este positivismo porque aunque las cosas empiezan a moverse todavía queda para el final del confinamiento. Procura no alterarte.
0 Comentarios