Estás empezando, por fin, a sentirte como pez en el agua en tu hogar. Te ha costado variar tus hábitos sin alterarte ni sentirte nerviosa o agobiada.
Por suerte estás con personas con quienes congenias y esto te hace sentir bien. Es el momento del crecimiento espiritual, de la meditación, de las reflexiones profundas.
También es quizá el momento de conocer mejor a tu entorno, con los que están contigo y con los que contactas a diario. Es cierto que puedes encontrarte con alguna “oveja negra” en tu grupo de amistades.
Es alguien que siempre quiere meter baza y que te lleva mucho la contraria. Es una persona envidiosa y detectarás rápidamente de quien se trata. No seas muy expeditiva, al menos en estos momentos, pero aléjale de tu entorno todo lo que puedas.
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