Este ritual nos lleva al origen del Samhain, y también de Beltane, la celebración de primavera/verano de la rueda wiccana, en la cual se realizaba un paseo en mitad de la naturaleza (en el monte o un lugar sagrado).
Nosotras podemos hacerlo en nuestro jardín o parque cercano. La idea es contemplar colores, aromas, sonidos, pájaros y conectar con la temporada, quizá, enterrar las cenizas que quemamos en el ritual anterior.
Somos parte del ciclo de la vida, esto se merece una reflexión: morir en el invierno es lo que nos permite renacer en primavera. Seleccionamos elementos naturales como piedras, flores y cortezas y los honramos en casa.
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