Para amar a una mujer del signo de Géminis hay que armarse de paciencia y serenidad, pues con ella nos encontramos ante uno de los signos de mayor misterio y de personalidad más inasible. Y es que en nadie se ven tantas aristas como en las nativas del signo de los gemelos: esta mujer tiene un alma profunda y una personalidad llena de laberintos. No es sencillo llegar a su corazón ni mantenerse en él. Es fácil perderse en el camino… O descubrir que en el centro del laberinto hay algo totalmente distinto a lo que se pensaba encontrar. Sin duda, conocer una Géminis es toda aventura.
La mujer de Géminis es vasta y compleja. Tiene dentro de sí a más de una personalidad, y ello le permite vivir en una sola vida más de una experiencia, más de un aspecto de la existencia. Las mujeres Géminis quieren por ello probarlo todo, vivirlo todo, pasar por cada experiencia… Y eso hace que sea muy difícil hacerlas permanecer en un solo sitio.
Esta hambre de experiencias hace a las mujeres Géminis personas poco confiables en ciertos aspectos, No hay que poner a prueba su concentración ni su fidelidad… O se sufrirán amargas consecuencias. Lo mejor es llenar sus vidas de sorpresas y sobresaltos, de retos y viajes: jamás hay que permitirse caer en la rutina o la Géminis escapará sin decir adiós, pues para ella estancarse es peor que la muerte.
Trabajadoras incansables y creativas las nativas del signo de los gemelos son grandes empleadas y directoras, pero no se les debe poner a realizar actividades repetitivas o rutinarias, pues en la medida que se pierda su interés se pierde su empuje creativo y su capacidad productiva.
Las Géminis no siempre tienen como parte de sus prioridades la formación de una familia o el matrimonio, pues son mujeres independientes, que no temen a ser madres solteras a mantenerse por sí mismas. Tampoco tienen miedo a la soledad, pues su vasta vida interior y sus múltiples intereses la hacen una persona a la que una sola existencia no le basta para disfrutar su propia persona.
Para una Géminis una relación sólo está completa si su pareja es tan intensa y audaz como ella misma, de manera que ante las geminianas no valen las tibiezas ni las promesas incumplidas: hay que darse a fondo y poner toda la carne en el asador, y nunca desviar la atención. Esto vale para las relaciones de pareja y las de amistad. Por ello no es sencillo llegar al corazón de una nativa de este signo: hace falta mucha entrega y mucha paciencia, y dedicar mucho tiempo.
Todo lo que se dé a una Géminis, sin embargo, se verá compensado con creces, pues estar cerca de ella significa tocar la verdadera intensidad con las manos.
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