Para las nativas del signo del hipogrifo la vida tiene una dureza necesaria, y por ello son solidarias y generosas con toda persona, con toda forma de vida. Se trata de las mujeres que suelen dirigir las causas sociales e impulsar los cambios en el nombre de los más desprotegidos. Creen en lo sagrado de todo lo viviente, y llenan de su vida de pequeñas ceremonias. Necesitan sentir que la existencia es una celebración a la que todo están invitados.
Las nativas del signo de Capricornio son tiernas y serenas. El tipo de espíritus que conservan la calma incluso en las situaciones más duras y adversas. No es que su sino sea la apatía: no ofrecen consuelos fáciles ante los problemas, pues ante cualquier adversidad se ponen manos a la obra, hombro con hombro, y nunca se dan por vencidas.
Si hay una palabra que se puede usar para definir a las nativas del signo de Capricornio esa es “templanza”. Las capricornianas saben que la serenidad es necesaria para evitar los errores que la prisa y la falta de información. Las Capricornio esperan a que lleguen las condiciones precisas para actuar. Pareciera que ante un problema se inmovilizan, pero la verdad es que una vez que saben que deben actuar, lo hacen sin que les falle el pulso.
Las mujeres Capricornio no gustan de perder su tiempo en relaciones banales. Conceden a cada cual su derecho a ser, a exhibir una personalidad, pero también demandan respeto para sí mismas. No creen que la gente cambie, y así viven el amor: aceptan y toleran que su pareja crezca a su manera, pero cuando las cosas se tuercen, saben que lo mejor es decir adiós. Para enamorarlas hay que ser uno mismo, y dejarse de fingimientos, pues en la cercanía que una mujer Capricornio exige no hay espacio para la mentira.
Las Capricornio están entre las madres más amorosas y entregadas. No hay nada que no sean capaces de hacer por su familia (renunciar a una carrera, quitarse el pan de la boca, entregar toda su vida…). Sin embargo, son madres respetuosas del crecimiento de sus hijos y no intervienen en sus vidas más que para darles el rumbo correcto o un enérgico consejo. Saben ser amigas de sus pequeños y creen que antes que prohibir y censurar es mejor compartir y comprender.
Para las nativas de este signo, el trabajo es una religión, y no dan paso atrás ante ningún reto, ni creen que haya trabajo ni puesto pequeño: allí donde se les ponga se les verá crecer, sin importar lo humilde de su emplazamiento. Si hay que empezar un negocio o un movimiento, sin duda lo mejor es tener al lado a una Capricornio.
La mujer de Capricornio es la muestra de que la bondad se puede convertir en una fuerza imbatible.
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