Normalmente el acto de cerrar el puño es subconsciente, que hacemos cuando estamos enfadados, estresados o frustrados.
Si no te dedicas al boxeo ni sueles pegar puñetazos, seguramente no pienses mucho en cómo cierras el puño.
Pero lo cierto es que deberías, porque dice mucho de tu personalidad. Venga, ciérralo y compáralo con las siguientes figuras:
¿Cómo cierras la mano?
1. Todos los dedos sobre el pulgar
Cómo te ven los demás:
Estas personas tienen un lado muy creativo, son ingeniosas y expresivas. Aunque son muy emotivas en muchas ocasiones, reaccionan muy rápido a los cambios. Las personas con esta personalidad son muy pragmáticas y buenas para el arte. Pueden ser muy precavidas y, debido a su naturaleza sensible, tienden a preocuparse mucho. Son inteligentes, les gusta la armonía y son justas, pero también son buenas manipulando a los demás.
Cómo eres:
La mayor parte del tiempo prefieres mantenerte tranquilo. Esto se debe a tu naturaleza amable, porque prefieres callarte antes que herir a alguien. Normalmente eres sociable y fácil de llevar. Solo necesitas un poco de libertad y vivir tus sueños. Solo necesitas unos cuantos amigos cercanos.
Cuando estás enamorado:
No te gustan los dramas. Por ello, prefieres las situaciones relajadas y cómodas. Lo mismo en tus relaciones sentimentales. Tu mayor debilidad es tu compasión. Aunque hayas sido herido en lo más hondo, siempre estás listo para olvidar y perdonar.
2. Pulgar sobre los dedos
Cómo te ven los demás: Las personas que cierran el puño así tienen mucha creatividad y talento. Su encanto especial hace que hagan amigos fácilmente. Son generosos, inteligentes y tienen mucha autoestima. El poder es muy importante para ellos y están dispuestos a luchar por él. Al mismo tiempo, son flexibles y atentos.
Cómo eres:
Tienes un corazón muy sensible. Te gustaría hacer muchas cosas, pero tienes miedo a que te hagan daño. Esto es porque tienes expectativas demasiado grandes y, al mismo tiempo, miedo a perder. Necesitas que te animen. No necesitas mucho para ser feliz. Solo necesitas que las personas a las que quieres te entiendan y quieran por quien eres.
Cuando estás enamorado:
Tiendes a darle muchas vueltas a las cosas. Esto quiere decir que a veces te quedas perdido en recuerdos dolorosos, que no puedes dejar marchar. Normalmente tienes dudas; quieres a alguien a tu lado, pero tienes miedo a que alguien se te acerque demasiado. Como sientes tanto amor, temes que rompan contigo. Por eso no quieres parecer necesitado y actúas más distanciado de lo que realmente eres.
3. Pulgar sobre un dedo
Cómo te ven los demás:
Cómo eres:
Necesitas mucha seguridad y siempre quieres que te traten honestamente. Te gusta cuando te ven como una persona real y eres aceptado. A veces eres demasiado amable con tus amigos y corres el riesgo de que se aprovechen de ti. Lo más importante para ti es que la gente sea sincera contigo. Te das cuenta muy rápido de si lo son o no. Sabes muy bien qué o quién es bueno o malo para ti.
Cuando estás enamorado:
No eres muy bueno expresando tus verdaderos sentimientos. Tu pareja puede pensar que simplemente te gusta mucho, cuando realmente estás “secretamente” enamorado de ellos. Esto no significa que no seas honesto; solo que no hablas mucho sobre tus sentimientos y tiendes a reprimirlos. Tampoco es verdad que nunca te enfades, pero sí sueles poner tus sentimientos en un segundo plano. Siempre tratas bien a tus amigos; la palabra “egoísta” la desconoces.
Es increíble lo mucho que dice la forma del puño de una persona. Mi descripción es totalmente cierta. ¿Y la tuyo.
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