"Me vi vestida de blanco, como si fuese a casarme y, aunque no estaba en una iglesia, me encontraba delante de un inmenso altar."
Este es un sueño que puede presentarse con frecuencia cuando una persona se halla ante una nueva situación que ha de resultar decisiva para su futuro, que puede cambiar a partir de ese momento.
Soñar con el altar de una iglesia o con un pedestal es indicio de un feliz enlace; quizá un matrimonio, pero también un compromiso de tipo social. Ademas puede indicar que estas preparado para una nueva aventura que ha de traerte bienestar.
Inclinarte ante un altar anuncia que dejaras que los acontecimientos lleguen a su fin, que te comportaras de modo muy consecuente y obediente con tu destino. Presagio excelente oportunidades.