En la primera semana de octubre de1985, rescatistas mexicanos, extranjeros y la autoridad seguían buscando entre los escombros en la calle de Venustiano Carranza, en el Centro Histórico a “Monchito”, un niño de 11 años. Nunca lo encontraron, pero existió; su padre, Mauricio Navarrete, permaneció en la zona de desastre hasta que la búsqueda se suspendió y entró en acción la maquinaria pesada para remover los escombros.
No ocurre lo mismo con Frida Sofía.
Durante casi 24 horas, la televisión sus reporteros y comentaristas mantuvieron ayer y la madrugada de hoy la atención de millones de televidentes con los esforzados intentos de recuperación de una niña que habría encontrado salvación bajo una mesa de granito en la zona de la cocina de la escuela “Enrique Rébsamen”, en Villa Coapa.
La esperanza permaneció no obstante que el secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, pidió a los desaparecidos familiares de Frida Sofía comunicarse con él o con los mandos de la Marina Armada de México que encabezaban el rescate de la niña y de otros cinco compañeritos que habrían encontrado salvación con ella.
Nuño explicó que la autoridad no había logrado hacer contacto con los familiares de Frida Sofía y el resto de los niños que probablemente habrían sobrevivido.
No obstante, la televisión transmitió la entrevista con el rescatista que había conseguido contacto “auditivo” con la menor e hizo público el nombre de la menor convertida en sinónimo de esperanza.
El rescatista se quejó en la entrevista de que los mandos marinos hubiesen prescindido de su ayuda y de otros que como él habían llegado antes que nadie al lugar del siniestro.
Esta mañana, la reportera que ha permanecido prendida la llama de la esperanza sobre Frida Sofía, informó que la autoridad ya había hecho contacto con familiares de “todas las Fridas y de todas las Sofías” que estudiaban en la escuela “Enrique Rébsamen”, pero nada sobre la niña que todos esperábamos emerger de entre el infierno de concreto y metal que la sepultó.
Sin embargo, en las primeras horas de la mañana de hoy la realidad descarnada empezaba a imponerse.
A las 7.41 horas, el secretario Nuño insistía en exhortar a los padres de Frida Sofía a hacer contacto con él o con la autoridad al mando del rescate.
“No encontramos a ningún familiar … los seguiremos buscando … esperamos hacer contacto con los padres o con algún otro familiar… toda la información que tenemos es de rescatistas…”
Nuño pasó el día de ayer, la noche y la madrugada y permanece en la mañana de hoy en el área de la escuela “Rebsamen”; según sus palabras ya no había presencia de familiares de niños que pudieran estar bajo los escombros.
Explicó que la información existente sobre posibles sobrevivientes proviene de rescatistas que con equipo tecnológico han detectado su presencia y de quienes dicen haberlos escuchado entre los escombros.
“El asunto son los familiares, espero poder encontrarlos .. es (un asunto) sin duda sorprendente y extraño”.
Es cierto, antes que fuese entrevistado, la televisión explicaba que toda la información que había difundido durante horas manteniendo la atención de millones de mexicanos que rogaban por un milagro, la habían obtenido de los rescatistas e incluso de la autoridad que con su equipo tecnológico había detectado la presencia de menores bajo los escombros.
Una y otra vez se difundía la imagen y voz de un vocero militar exhortando a familiares de los niños a presentarse. Durante 12 horas, explicaba que se ha buscado a los familiares sin ubicarlos.
Según esto, ayer estuvieron en la zona de desastre hasta las 18:00 horas familiares de tres niños, pero de pronto desaparecieron y ya nadie pudo hacer contacto con ellos.
No obstante, a partir de los datos obtenidos por la tecnología y rescatistas civiles y militares, se mantiene la esperanza de rescatar a Frida Sofía y a sus compañeritos.
Sin embargo, ya no son el interés principal de la cobertura televisiva.