Santísimo Príncipe de la Gloria
y poderoso Arcángel San Rafael,
grande en los bienes de la naturaleza,
grande en los dones de la gracia,
grande en el ardor de la caridad,
grande en el resplandor de la sabiduría,
grande en la piedad con los hombres,
grande en el poder contra los demonios,
grande en la dignidad,
grandísimo en la humildad.
Medicina de Dios,
Médico de la salud,
Príncipe de los Médicos,
Prefecto de las curaciones,
Salud de los enfermos,
Luz de los ciegos,
Gozo de los afligidos,
Custodio de los caminantes,
Guía de los peregrinos,
Maestro de los que desean la perfección,
Protector de la virtud,
Celador de la gloria de Dios,
ensalzador de la limosna, del ayuno y de la oración:
Te ruego, piadosísimo y poderosísimo Príncipe,
por aquella caridad con que acompañaste a
Tobías el mozo guardándolo de muchos peligros,
librándole a él y a Sara su Esposa
de aquel cruel demonio Asmodeo,
sanando al anciano Tobías
de la enfermedad que padecía en sus ojos,
y llenándole su casa y familia de muchos bienes,
me asistas en las enfermedades,
me acompañes en los caminos
y me defiendas del demonio y de los enemigos,
para que viviendo virtuosamente en esta vida,
merezcamos ver la luz de Dios en la eterna,
también os suplico me alcancéis
lo que pido en esta oración y pronta solución a esta gran necesidad:
(hacer la petición)
Si es para mayor gloria de Dios y provecho mío.
Amén.
San Rafael Arcángel, ruega por nosotros;
Ángel del amor Divino, ruega por nosotros;
vencedor del enemigo malo, ruega por nosotros;
auxiliador en la gran necesidad, ruega por nosotros;
ángel del dolor y de la curación, ruega por nosotros;
auxilio de médicos, caminantes y viajeros,
ruega por nosotros.
Rezar el Credo, Padrenuestro, Avemaría y Gloria