¡Oh! Virgen del Carmen, María Santísima,
que en tu santo Escapulario
diste a los que devotamente lo visten,
un firmísimo escudo para defenderse
de todos los peligros de este mundo
y de las asechanzas del demonio,
acreditando esta verdad con tantos
y tan singulares milagros.
Te ruego, Señora, que seas mi defensa poderosa
en esta vida mortal,
para que en todas las tribulaciones
y peligros encuentre la seguridad,
y en las tentaciones salga con victoria,
logrando siempre tu especial asistencia
para conseguirlo.
Así, Señora, te lo suplico humildemente, diciendo:
Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia,
ruega por Nosotros
en el Nombre del todo poderoso
nos bendiga hoy y siempre.
Amen
Señor, en tus manos dejo cada una de mis obras del día de hoy, por favor guía mis acciones y ayúdame a alcanzar mis propósitos, aleja al enemigo mal intencionado de mi vida y permíteme avanzar por caminos de alegría y bendición.
Mi vida y mis más grandes anhelos están bajo tu cuidado, porque confío en ti, confío en tus promesas y porque sé que Tú has de cumplir tu palabra en mi vida, Amén.