Amuletos de poder y protección
Amuleto es un objeto que protege a una persona frente a un problema, guarda cierta relación con el término talismán.
Consiste en cualquier objeto portátil al que supersticiosamente se le atribuye alguna virtud sobrenatural: atraer la buena suerte o asegurar la protección de su dueño.
Los amuletos suelen ser: gemas, estatuas, monedas, dibujos, colgantes, anillos, plantas, animales, etc.
Los amuletos son algunos de los objetos más antiguos de la humanidad, ya que el hombre vio en ellos la forma para escapar de los males que lo aquejaban, fuesen físicos, morales o espirituales. Los primeros amuletos eran objetos naturales, tales como piedras, maderas talladas o cristales naturales, que eran apreciados por su forma, color o rareza. Más tarde se optó por poseer objetos de uso cotidiano que por haber sido propiedad de alguien o haber sido parte de un suceso, se guardaban por presuponer que tendrían cierto poder. En la actualidad existen multitud de amuletos, tanto comerciales como personales, ya que cada persona valora el objeto de manera subjetiva y alcanzan diferente importancia. La persona que lleva el amuleto, por su creencia y fe en éste, puede o no desear revelar este hecho a otras personas y compartir su apego.
Hay multitud de amuletos, aqui os citare algunos de los más utilizados y con los que yo trabajo:
Cruz y medalla de San Benito: La Medalla de San Benito es un signo sagrado muy difundido entre los fieles católicos. Presenta de un lado la Cruz de Cristo, y del otro la imagen de San Benito Abad. Sobre la Cruz y a su alrededor, se leen las iniciales de una oración ó exorcismo. La Medalla de San Benito recuerda a los fieles que la llevan consigo la presencia constante de Dios y su protección ante el demonio y los malos espiritus.
Cruz de caravaca: La Cruz de Caravaca tiene un infinito poder de protección y buenos augurios. El significado esotérico de la Cruz es el cruce del espíritu (línea vertical) y el plano material (linea horizontal), dando como resultado el hombre, que es un ser que se mueve en el plano material con opción de ascender o descender espiritualmente. Es usada en distintos rituales esotéricos pues es un amuleto sumamente eficaz, otorga protección contra todo tipo de males, protege al hogar y a sus habitantes, rechaza las malas energías y los daños, protege la economía familiar y brinda prosperidad.
La figa: La figa es una portadora de buena suerte, si se guarda en la cartera atraerá dinero, además es un amuleto muy usado para la reproducción, la seducción del sexo opuesto y la protección contra la esterilidad y la impotencia. El poder viene marcado por el material del que está hecha, si es de oro atraerá más riquezas, la de madera negra protege contra la envidia y la de color rojo atrae la suerte y protege contra el mal de ojo. Pero atención, si se cae al suelo y queda alguna marca indica que al dueño le han echado algún maleficio.
La mano de Fátima: es un símbolo con forma de mano, considerado desde la antigüedad como un potentísimo talismán en el mundo árabe (que no islámico) y que se utiliza para protegerse de la desgracia en general y del mal de ojo en particular. Su uso mas bien suele ser en mujeres. Dicen que….. “no se puede comprar para sí mismo, sino que debe ser un regalo”.
Colgante o pulseras de ojo turco: es un amuleto que está destinado a proteger contra el mal de ojo, es omnipresente en las oficinas y hogares, en joyería, incluso para los bebés, en los vehículos, puertas, caballos e incluso teléfonos. Se observa habitualmente en forma de una gota aplanada o como un adorno colgante, hechos a mano de cristal de colores, y se utiliza como un collar o una pulsera o un adjunto a los tobillos.
Herradura de la Suerte: La herradura es el talismán más poderoso para proteger tu casa y crear prosperidad. Las herraduras traen buena suerte, es uno de los amuletos más buscados, ya que por creencia popular, se dice que tener una herradura colocada en la puerta de ingreso de una casa o en una pared que de frente a la puerta, trae prosperidad y abundancia a todos los habitantes del hogar. Hallar una herradura es símbolo de fortuna, y más aun si es de 7 agujeros.
Tetragramatón: En la Edad Media se consideraba símbolo de inmenso poder y se usaba para la salud y seguridad tanto en el sentido físico como en el espiritual, expresa dominación del espíritu sobre los elementos de la Naturaleza. Con este signo mágico podemos mandar a las criaturas elementales que pueblan las regiones del fuego, aire, agua y tierra. Ante este simbolo tiemblan los demonios y huyen aterrorizados. Elinphas Levi lo describe :”el símbolo del macrocosmos a través del cual el hombre domina los poderes y el ser de los elementos y aleja del demonio a todo lo que es primordial’.
El ojo de Horus: Ojo de Horus se utilizó por primera vez como amuleto mágico cuando Horus lo empleó para devolver la vida a Osiris. Gozó de gran popularidad en el Antiguo Egipto, siendo considerado un amuleto de los más poderosos: potenciaba la vista, protegía y remediaba las enfermedades oculares, contrarrestaba los efectos del “mal de ojo” y, además, protegía a los difuntos. Como talismán simboliza la salud, la prosperidad, la indestructibilidad del cuerpo y la capacidad de renacer. Incluso en la actualidad se sigue utilizando como amuleto por personas que practican diversas religiones en todo el mundo.
El martillo de Thor: El martillo de Thor proporciona la protección del dios Thor. Parece ser que el éxito de su poder reside en su forma geométrica que hace que fluya la energía positiva a quien lo lleva. Protege de todo mal. Tambien tiene propiedades para fortalecer la virilidad masculina.
Llamador de Ángeles: Protege a la persona que lo lleva puesto de personas envidiosas, especialmente a las embarazadas. Se lleva en el cuello como colgante. También puede ser ubicado en el hogar, preferentemente en una puerta o en una cuna: en la puerta, porque, al abrirla y cerrarla, provocamos que el llamador de ángeles se mueva y suene; en la cuna, para hacerlo sonar antes de que se duerma el bebé y proteger, así, su sueño. De hecho, aunque el llamador es para beneficio exclusivo de la persona portadora, protegería al futuro hijo aun estando en el vientre materno. Para ello, se utiliza una cadena de 70 centímetros, como mínimo; así, el llamador quedará a la altura del bebé. Eso sí: una vez que éste haya nacido, puede ser utilizado únicamente por uno de los dos, madre o hijo.