Glorioso Príncipe de los Apóstoles
a quien nuestro Señor Jesucristo
concedió la inmensa prerrogativa
de comunicarte primero su voz
después de su resurrección gloriosa.
Prerrogativa que había merecido
vuestra penitencia por la debilidad que tuviste
negando a nuestro gran Maestro tres veces.
Os suplicamos intercedáis por nosotros
para que el Señor se digne darnos
lo que con humildad de corazón pedimos,
a pesar de nuestros pecados
y de no haber hecho cual vos, penitencia
y llorado amargamente nuestras culpas.
Concedednos glorioso San Pedro
este favor que necesitamos con urgencia
para poder solucionar los problemas que nos afligen:
(pedir con mucha fe lo que se necesita).
También te pedimos merecer
por vuestra intervención
la eterna bienaventuranza.
Amén.
Se rezan tres Padrenuestros y tres Avemarías
al glorioso San Pedro Apóstol