Los pies, de entre todas las partes del cuerpo, son los que reciben el peor trato y normalmente no se les presta la suficiente atención que necesitan.
Sobre los pies nos apoyamos durante todo el día y soportan el peso de nuestro cuerpo, a la vez que son nuestros propulsores para caminar y amortiguan el impacto que recibe el cuerpo del suelo al andar. Los píes podría decirse que son como los cimientos del cuerpo y a los que hay que prestarles atención, no solo cuando nos duelen o molestan, ya que sin unos buenos cimientos el cuerpo no se mantendría en pie o se desestabilizaría.
Para el cuidado de los pies y de la salud del cuerpo en general, en muchas culturas se utiliza una técnica milenaria, originaria de Egipto y China, llamada reflexología podal, una técnica terapéutica que se basa en la estimulación de diferentes puntos de la planta del pie.
Mediante esta técnica, que se realiza con masajes y presionando los puntos de acupresión, se pueden tratar enfermedades tanto físicas como nerviosas, ya que cada punto de acupresión se relaciona con un órgano del cuerpo que se refleja en los pies.
Algunos de los beneficios que se obtienen mediante el masaje y presión en los pies destacan la estimulación de los músculos y nervios, la disminución de la rigidez, elimina el estrés y la fatiga, mejora la circulación sanguínea, se estimula el sistema linfático, se mejora la inmunidad, alivia el dolor, normaliza las funciones del cuerpo y mejora el sueño.
Usted mismo puede darse un masaje en los pies aún sin tener grandes conocimientos de reflexología, tan solo necesita un gráfico de reflexología y seguir unos sencillos pasos como le detallamos a continuación:
1. Lávese los pies, ya que además de limpiarlos se calientan.
2. Para masajear los pies lo mejor es utilizar un lubricante como el aceite de coco o el aceite de almendras. Añadir 1 o 2 gotas de algún aceite esencial como lavanda, menta, eucalipto o árbol de té tiene beneficios adicionales.
3. Se empezará con el masaje en los dedos de los pies, apretando, tirando y moviendo cada dedo uno a uno, desde el dedo mayor al menor.
4. A continuación, con ambos pulgares, masajear la planta del pie de arriba a abajo, aplicando una fuerte presión durante unos segundos a cada punto de acupresión, sobretodo concéntrese en los puntos relacionados con sus dolores y molestias.
5. Masajee los talones, los tobillos y área de Aquiles.
6. No olvide masajear la parte superior de los pies, donde también hay puntos de reflexología.
7. Repita los mismos pasos en el otro pie.
Los expertos recomiendan darse un masaje en los pies todas las noches para obtener los mejores resultados.
Comience hoy mismo a mimar un poco sus pies, que se lo agradecerán, además de ayudar a las funciones del cuerpo en general.