¡Oh Milagrosa Virgen de la Nube!
Madre de Jesús y Madre nuestra,
admítenos en tu presencia amorosa,
acógenos bajo tu manto maternal,
te alabamos, bendecimos y glorificamos,
e imploramos vuestro favor
y el auxilio de las gracias celestiales.
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¡Oh María, dulcísima Virgen de la Nube
te saludamos con todo el afecto de nuestro corazón,
y te consagramos nuestras vidas y nuestros hogares,
nos ofrecemos a ti
y quisiéramos honrarte como los Ángeles y Santos
te honran en el Cielo,
y servirte con la fe y devoción de verdaderos hijos.
Bendita Señora muy amada nuestra,
luz del mundo y hermosura del Cielo,
que apareciste en el cielo apoyada en una blanca nube
y desde entonces nos has dado tu ayuda,
que has dispensado infinidad de milagros
y multitud de beneficios y favores,
te rogamos, como buena y misericordiosa auxiliadora nuestra,
que te dignes admitir los ruegos y peticiones
que con inmenso amor y devoción hoy te presentamos:
pon remedio a las necesidades de nuestro hogar,
da solución a nuestros problemas y adversidades,
aleja de nosotros el odio, la injusticia, la mentira,
las malas personas y sus acciones,
los peligros y todos los males y daños,
aleja de nosotros los vicios y las infidelidades,
las traiciones, las envidias y los rencores.
Danos acierto y prosperidad en nuestros negocios,
éxito y suerte en nuestras empresas;
bendícenos y mejóranos en los asuntos laborales,
cúranos en los padecimientos, dolores y enfermedades,
líbranos de los enemigos
y danos la paz del corazón.
Socórrenos en la pobreza y consuela nuestras penas,
atrae hacia nosotros todo lo bueno:
el amor autentico, lleno de comprensión y entrega,
la prosperidad y la abundancia económica,
la salud y el bienestar físico,
el trabajo digno, enriquecedor y bien remunerado,
la amistad, la alegría, la felicidad, la tranquilidad y la paz .
Acógenos, oh piadosísima Virgen de la eterna sonrisa,
bajo tu protección y amparo,
y danos con tu poderoso y eficaz auxilio cuanto precisamos.
Alcánzanos, milagrosa Virgen de las Nubes,
que vivamos mas unidos al Cielo con el corazón,
y que sepamos imitar tu entrega desinteresada y humilde
y tu generosa actitud de servicio a los demás.
Por Jesucristo, nuestro hermano y Señor.
Amén.
Pedir con humildad y mucha fe todo lo que se necesita.
Rezar la Salve, Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Hacer la oración y los rezos cinco días seguidos,
en honor a las cinco Llagas de Jesús.