Oración milagrosa a San Cayetano, para conseguir Dinero y un buen Trabajo



Glorioso y bienaventurado san Cayetano,
lleno de amor a Jesús Sacramentado 
e inmensa confianza en Dios y su Divina Providencia,
tú que habitas cerca del Altísimo
lleva hasta El mis suplicas y pídele misericordia,
tú que estás al lado de la Virgen María y el Niño Jesús,
 a quienes tanto amaste y adoraste,
ruégales por mis agobios laborales y económicos
y consigue que me tiendan sus amorosas manos
para que vea en breve solucionados mis problemas.

Bendito y prodigioso san Cayetano, 
lleno de ardiente caridad hacia los más necesitados, 
hacia quien sufre por falta de trabajo y dinero,
y aclamado por todos como padre de Providencia
 porque socorres con grandes milagros
 a cuantos te invocan en sus penas y agobios,
 hoy me acerco a ti lleno de esperanza 
pidiendo con humildad y confianza tu ayuda. 

Dame tu bendición para que pueda salir 
de esta malísima y grave situación económica. 

Por falta de un buen trabajo y de dinero
las deudas y pagos se acumulan, 
y me veo lleno de desesperanza e intranquilidad,
no puedo solucionar por mis medios tanta carencia, 
por ello te suplico me auxilies 
pues sé que tu dulce y valiosa mediación 
es siempre bien recibida en los Cielos. 

En ti, santo de los necesitados, 
 deposito mis esperanzas y deseos, 
haz que pueda conseguir la estabilidad económica 
que  en estos difíciles momentos tanto preciso, 
obra un milagro en mi vida 
y alcánzame de Cielos lo que tanto ansío:  

(pedir con muchísima fe lo que se quiere obtener).

San Cayetano, glorioso protector mío, 
siempre entregado, siempre generoso, 
consígueme que Dios Todopoderoso 
no aparte su rostro de mí ningún día de mi vida, 
que el trabajo, la salud y la prosperidad
lleguen a mi hogar cuanto antes, 
haz que encuentre las puertas abiertas a mi paso, 
que mi vida se llene de sosiego, 
y que obtenga cuanto antes lo que con fe he solicitado. 

San Cayetano, humilde de corazón, 
protégeme de los peligros del mundo, 
guíame para que ame Dios de todo corazón 
y que por El ame a mis hermanos, 
y haz que siguiendo tu ejemplo 
practique mas a menudo las buenas obras 
para conseguir la felicidad eterna que nos fue prometida.

Así sea. 

Rezar tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Glorias. 
Hacer la oración y los rezos tres días consecutivos. 
Encender una vela bicolor amarillo-blanco, 
o una amarilla y otra blanca, el último día.