Milagrosa y fuerte Oración de la Mano Poderosa para un problema difícil de resolver



Las oración de la mano poderosa es fuerte y sincera, la cual debe hacerse con mucha fe, pues de la fe depende que estas oración sea escuchada y atendida. Si no tienes fe ni una creencia que sustente tu fe en la mano poderosa, tu oración no será escuchada y será pasada por alto.

Esta oración debes realizarla con mucha fuerza espiritual, debes tener en tu mente y en tu corazón la fuerza y la fe. La oración debe salir de dentro de ti y no solo de tus labios para afuera.

ORACIÓN

Gloriosa casa del pueblo de Jerusalén.

 Casa en donde nuestro padre celestial entró y apenas el malo lo vio, huyó.

Dios hijo, hoy vengo ante ti para que intercedas frente a dios padre y le hables de mí y le pidas en mi nombre que necesito que el mal se aleje de mí y de mi casa

(Aquí debes hacer tu primera petición de problema difícil de resolver)

Jesús, permite que el mal se vaya y que por favor entre el bien en esta casa. Sabes que las ventanas y las puertas de esta casa siempre están abiertas para que entre tu humilde presencia.

Para que siempre se siente con nosotros a comer.

Pero el mal también logro entrar y quiero expulsarlo de aquí y solo tú y tu padre pueden hacerlo.

Padre, trae la sanación para mi cuerpo, para mi mente y para mi espíritu.

 La mano poderosa del padre y la mano poderosa del hijo son las únicas que tienen el verdadero poder para restaurar las cosas.

Yo necesito que restaures mi alma, que golpees mi casa y que el espíritu maligno que en ella habita, se retire hoy y para siempre.

No dejes que nunca más vuelva a entrar.

(Aquí debes realizar una segunda petición o repetir la primera)

Padre e hijo, no me desampare nunca.

Jesús por favor intercede por mí ante nuestro padre celestial.

Intercedan con sus manos poderosas y divinas y denme el bien que amerita mi cuerpo para que así pueda seguir sirviéndoles.

Pero todo esto lo pido si realmente es su voluntad de hacerme este milagro.

 Alejen lo malo de mí y tráiganme la sabiduría para afrontar las cosas.

 Amén.