LOS 5 MANDAMIENTOS PARA LA PAZ MENTAL


En estos tiempos de creciente incertidumbre, hay tanto dolor, angustia y sufrimiento en todo el mundo que podría evitarse si se comprendiera y aplicara la verdad. Para muchos, la tranquilidad y la felicidad se obtienen al comprender la relación que existe entre la paz de conciencia y la paz mental, y al vivir los principios sobre los cuales se fundan ambas bendiciones.

1. No Interferir en las cuestiones de los demás: 
Como sea que los otros vivan sus vidas es problema de ellos. Nosotros podemos no estar de acuerdo con cambiarlo, pero no podremos modificar nada. Los únicos que van a cambiar, y a veces, somos nosotros. Interferir en los problemas de los demás nos puede traer rechazo, enojo, y mucho más. Dejen eso atrás y enfóquense en lo suyo.

2. La importancia del perdón: 
Traer un enojo adentro es como cargar un carbón encendido, quemándonos constantemente. Debemos dejar ir los enojos y perdonar. Cultivar un corazón de amor y benevolencia y olvidar las cosas negativas. Lo que las personas hacen malo es problema de ellos no de nosotros. Dejémoslo atrás, sólo nos causará problemas.

3. No busquemos ser reconocidos: 
Hagamos las cosas por nosotros mismos, por nuestro propio beneficio, no por el de los demás. Las alabanzas no duran mucho tiempo. Tengamos confianza en nosotros mismos. No necesitamos reconocimiento. El buscar reconocimiento hace que no hagamos las cosas por la pasión, sino por los otros. Dejemos eso atrás.

4. No seamos celosos: 
El celo es como un odio. Es un gusano interno que nos devora y nos destruye. No seamos presos de él. Enfoquémonos en nosotros mismos. Algunas veces estamos adelante, otras veces atrás. Si alguien hizo algo bueno celébrenselo, no se lo condenen. La envidia es terrible, es peor que estar enojados. Es un mecanismo de defensa, pero hay que dejarlo atrás.

5. Meditar Constantemente: 
La meditación significa estar en paz, en absoluta relajación. Es un momento en donde nuestra mente se aclara de todo pensamiento negativo e imparcial, y nos deja en un estado de limbo y tranquilidad absoluta. Deja nuestra mente en blanco, libres de odios, y terrores. Todos la buscamos de una forma u otra. Es vital.