Espiritualmente, el aura es una luz que rodea a cada individuo y que refleja su estado interior. Verlo requiere de mucha paciencia y entrenamiento. Te contamos cuál es la técnica para lograrlo.
Qué es el aura de una persona
Más allá de la creencia del New Age, el aura es un fenómeno simple, que describe la emanación energética de los seres vivos. Las apreciaciones espirituales se han abocado a su visualización, la cual profesan que describe al ser en cuestión. Para visualizar el aura se puede valer de una cámara especial, aunque hay personas cuya espiritualidad, entrenamiento y dedicación les permite visualizarla con el ojo desnudo. Cómo ver el aura de una persona Cómo ver el aura de una persona Cómo ver el aura de una persona Cómo ver el aura de una persona Cómo ver el aura de una persona
Podemos realizar el siguiente ejercicio para aprender a visualizar el aura, con mucha paciencia y dedicación. Para comenzar, necesitamos un ambiente tranquilo, sin perturbaciones, y debemos relajarnos y alejarnos de los estímulos externos. También necesitamos dos superficies: una blanca y otra negra, que pueden ser cartulinas, retazos de tela o lo que consigas.
La técnica de visualización del aura requiere de tiempo de entrenamiento, por lo que es probable que no logres ponerla en práctica desde la primera sesión.
Cómo ver el aura de una persona
- Comenzaremos por colocar las manos frente al rostro, de manera cómoda y a la altura necesaria. Las palmas, abiertas, se enfrentan sin tocarse, y la mano entera se halla relajada. Colocaremos las manos frente a la superficie blanca o negra, según nuestra necesidad, ya que debemos probar con ambas para observar cuál nos permite una mejor visualización.
- Comenzamos por separar nuestras palmas a unos 30 centímetros, intentando sentir nuestra aura antes que verla. Cuando sintamos una calidez en las palmas, las acercaremos a 20 centímetros. Al intensificarse la calidez, las acercaremos a 10 centímetros, y luego a 5, y a todo momento las observaremos con atención, sin forzar la vista.
- Ahora prestaremos atención a las manos quietas, sin mover los ojos. Debemos probar con ambos fondos, para comprobar el más adecuado. Centraremos la vista en el centro de la mano, y con algo de paciencia notaremos un brillo que comienza a rodear la mano. Sin mover los ojos, prestaremos atención (con visión periférica) a este brillo: es nuestro aura.
- Para observar el aura en otra persona, debemos practicar aún más. De preferencia, tendremos a la persona frente a un fondo blanco, bien iluminado y sin cuadros o adornos que te obstaculicen el ejercicio. Con calma y paciencia, miraremos fijamente al entrecejo de la persona, a una distancia mayor a un metro y medio. Relajando nuestra vista, permitiremos que el aura de la otra persona se exprese, con paciencia y entrenamiento.
- Insistimos en que ver el aura es una práctica de mucho entrenamiento y paciencia, y sobre todo, de creencia. No es una tarea imposible y cualquiera de nosotros puede lograrlo. Y si ya formas parte de los privilegiados, te contamos como interpretar los colores del aura.