Dulce y amoroso Cristo del Gran Amor,
Divino Jesús dueño de mi alma,
que la bondad de tu dulce Corazón me asista,
que la ternura que brota de tu compasiva mirada
me otorgue las fuerzas necesarias para salir adelante;
hoy con toda mi fe levanto mis plegarias hacia Ti
pues sé que para Ti todo es posible,
y aunque me falten los ánimos y me sienta abatido,
aunque la dificultad me rodee y tenga mil problemas,
tengo la seguridad que estás vigilante a mi lado
y puedes ayudarme a resolver todo lo que me duele.
Redentor y Padre mío Jesús,
Tú que sufriste y moriste por nuestros pecados
y estas sentado a la diestra de Dios en los lugares Celestiales,
ven a mi vida y llena mi alma de claridad,
de tu inmensa clemencia espero el perdón de mis fallos.
Salvador y Padre mío Jesús
Tú, que venciste a la muerte y resucitaste,
y tienes todo poder en el Cielo y en la tierra,
haz que no pierda jamás la fe y la esperanza,
no me desampares ni me dejes,
presérvame de enemigos, de malicias, males y peligros,
auxíliame cuando veas que sufro y desespero
y tiéndeme tus benditas manos en mis difíciles problemas.
Amantísimo Señor de todos y Señor mío Jesucristo,
tengo mi corazón lleno de agradecimiento
por todo lo que he recibido y recibiré de los Cielos,
pues Tu dispones las cosas para el bien de quien te ama,
y, aunque mi vida no es fácil,
confío plenamente en Ti,
pues sé que tienes el remedio eficaz para mis necesidades.
Santo Cristo del Gran Amor, Señor Cautivo,
Tu que nos amaste y amas infinitamente
ayúdame a salir de esto que tantísimo me aflige:
(exponer el problema y pedir lo que se quiere obtener)
Dios de toda misericordia, Divino protector mío,
elevo hacia mi petición con fe y esperanza
y con un afecto extremado y gran humildad te pido
que cambies mis infortunios por alegrías,
haz que mi vida sea mas completa y dichosa
y dame feliz despacho en toda necesidad.
Benignísimo Jesús, Maestro de amor y caridad,
por los méritos de tu Pasión y muerte,
por las penas y dolores que padeciste
para demostrarnos tu amor hacia nosotros los hombres
y por las virtudes y méritos de tu Santísima Madre,
te ruego, atiéndeme y favoréceme en mis penas,
dame refugio y resguárdame de todo lo dañino.
Cristo, mi buen amigo y hermano,
bendice mi corazón, mi cuerpo y espíritu,
dirige mis pasos para que sea una buena persona,
lléname de amor y caridad hacia los demás
para que nunca niegue mi mano a los que la necesitan,
concédeme que mis acciones y palabras sean buenas
y de acuerdo a tus Enseñanzas.
Mi adorado Cristo del Gran Amor,
te prometo perpetua adoración y siempre estarás conmigo.
Amén.
Rezar cinco Padrenuestros,
en honor a las Cinco Llagas de Cristo,
y tres Avemarías a su Madre Santísima.