Malas vibras: Los objetos que ya mismo debes sacar de tu hogar


Cuáles son los objetos que traen malas vibraciones y cómo prescindir de ellos. Aprende a detectar los elementos portadores de bajas vibraciones y mantenlos alejados de tu casa

En las más antiguas civilizaciones orientales, desde épocas remotas, ya se conocía la importante influencia del entorno cotidiano del hombre en todos los planos de su vida. Una milenaria disciplina china llamada Feng-Shui estudia cómo nuestro lugar de residencia, los objetos que nos rodean y la decoración que conforma nuestro paisaje ordinario, influyen en la conducta y la salud de nuestro esquema psicofísico.

Este antiguo arte, conocido también como “técnica del emplazamiento”, enseña la forma de crear un entorno ambiental armónico, creando las condiciones más adecuadas para la existencia; sus principios indican que es necesario generar el estado ambiental más apropiado para que nuestra energía vital circule correctamente y, en consecuencia, nuestra vida se desarrolle en total plenitud.

Cada espacio contiene una energía única e irrepetible, que crea una atmósfera que condiciona el campo aural de quien lo ocupa.

Este concepto puede parecer un poco abstracto e improbable, pero en efecto, no lo es. Más bien es una afirmación que podemos comprobar, incluso desde el punto de vista físico. ¿Acaso no percibimos la “onda” de una casa o un comercio, tanto por los colores como está decorado, el estado de pulcritud o desidia en que se halla, las formas y los materiales que contiene? ¿No nos  habla el lugar  donde vive una persona de la clase de vida que ésta lleva, de sus hábitos cotidianos y su estado de ánimo?

Es muy habitual que las personas depresivas ambienten su hábitat de acuerdo con su estado espiritual. Pero también puede suceder que convirtamos nuestros ambientes cotidianos en sitios energéticamente trabados, aun sin saberlo.

El Feng-Shui nos enseña una cantidad de reglas sencillas para armonizar correctamente la ambientación de la vivienda y permitir el correcto flujo de la energía vital en toda su extensión.

Son muchos los principios de esta disciplina que se pueden aplicar a la energización hogareña, pero no nos vamos a detener aquí en ellos; sólo recordaremos sus principios básicos, que nos indican algunas consideraciones para sanear nuestro entorno:

Vivir en ambientes soleados y bien ventilados. La energía solar es la principal fuente de regeneración de la propia energía vital. De acuerdo con este milenario saber oriental, las grandes ventanas ensanchan los horizontes personales.
Distribuir los muebles de la casa de modo que no queden rincones inaccesibles al paso. De lo contrario, se conforman verdaderas “barreras energéticas” que impiden que la energía circule libremente.

Hacer una elección a conciencia de los objetos que nos rodean, ya que ellos están cargados de una energía que recepcionamos todo el tiempo.

Sobre esta última consideración nos vamos a detener específicamente. Nuestro hogar no tiene por qué ser un depósito de cosas sin razón de estar, sino que debe albergar objetos útiles, bellos y queridos, distribuidos convenientemente, que alegren y faciliten nuestra estadía en ese ámbito. Si queremos ser los artífices de nuestro propio destino, sin duda debemos comenzar por casa, transformándonos en los “arquitectos decoradores” de nuestro paisaje íntimo y cotidiano. Si nuestro proyecto de vida es superarnos, vivir en perfecta armonía interior e intentar crecer espiritual e intelectualmente día tras día, el hogar de cada uno no debe reflejar lo contrario, ni debe resultar una traba para tan importante misión vital.

LOS OBJETOS TIENEN VIDA

Los objetos son transmisores de energía. No sólo contienen la vitalidad de los materiales con los que están hechos sino que son depositarios, también, de nuestras emociones. Además, si anteriormente tuvieron otro dueño, los objetos acarrean un “historial energético”, ya que llegan a nosotros “cargados” de antemano. Las antigüedades poseen la carga de todos los lugares en donde han estado y de todos los dueños que han tenido. De este modo, todo aquello que guardamos en un ambiente, se incorpora al panorama energético que ya de por sí tiene el lugar.

En el campo de la parapsicología, se estudia la influencia que ejercen los elementos cuya energía es negativa, y que habitualmente, conservamos en nuestros hogares. A través de esta guía, usted conocerá los objetos portadores de negatividad y aprenderá a detectar aquellos que, sin ser esencialmente  nocivos, pueden estar cargados de malas vibraciones:

• DESHÁGASE DE LA VAJILLA ROTA O RAJADA

Es muy frecuente que, cuando un vaso o un plato se raja, sin llegar a romperse totalmente, lo mantengamos en circulación y uso, porque nos da lástima deshacernos de él. Este es un gran error. Los objetos rotos pierden su integridad energética y lo conveniente es, entonces, tirarlos. Lo mismo ocurre cuando se deteriora algún objeto decorativo, al punto que ya no es posible arreglar. No acumule elementos semidestruidos: usted merece rodearse de objetos “sanos”.

• NO COLECCIONE ANIMALES DISECADOS

Los animales embalsamados son depositarios de una energía muy negativa. Sus cuerpos no han podido reintegrarse a la naturaleza después de muertos, ya que el proceso natural de su descomposición fue interrumpido artificialmente por un proceso químico.

Aunque son muy bellos, los caracoles de mar acumulan energía estancada. Tampoco los coleccione en su hogar.

• UBIQUE ADECUADAMENTE LOS CACTUS

Las plantas son, sin excepción, portadoras de buena energía. Los cactus se desarrollan en los desiertos gracias a su maravilloso mecanismo de economización del agua que consumen, y pueden pasar largos períodos de sequedad sin perecer. Por eso, estas plantas no son precisamente el símbolo de la abundancia, sino de la supervivencia en las más adversas condiciones. Por este motivo, el tener un cactus dentro del hogar, puede trabar el ingreso de dinero. Pero, si usted tiene uno o varios… ¡no los tire! Si los puede trasladar a un espacio al aire libre, manténgalos sin temor.objetos

• NO CONSERVE FOTOS ROTAS

Las fotografías reflejan un momento de la vida de las personas que en ellas están retratadas. Sabemos que quienes trabajan con magia negra, suelen hacer daños por medio de las fotos. Esto significa que, a través de las mismas, es posible “llegar” a quien se desea. Por ningún motivo las fotos deben ser recortadas o destruidas, y muchísimo menos, guardadas en esas condiciones.

• ¿QUÉ HACER CON LAS FLORES SECAS?

Cuando las flores se marchitan, ya no transmiten esa energía vital que tanto nos reconforta. Lo mejor es tirarlas de inmediato, o bien usar los pétalos de abono, enterrándolos en alguna maceta.

• LAS “HERENCIAS” INVOLUNTARIAS

Muchas veces heredamos o nos regalan algunos muebles u objetos que verdaderamente no nos agradan, pero sentimos cierta “obligación” moral de conservar. Si se encuentra en esta situación, retírelos inmediatamente de su vista. No se acostumbre a transformar su casa en un depósito. Cada rincón de su hogar debe ser un altar de funcionalidad y belleza, y usted no tiene por qué cargar con objetos no elegidos. Comprobará que, al regalarlos o donarlos, la energía ambiental de su casa se renueva y es posible respirar de otra manera.

• ADIOS A LOS ESPEJOS ROTOS

No espere  conseguir el espejo de sus sueños para deshacerse de aquel que está roto. Si bien el mito según el cual la rotura de un espejo acarrea siete años de mala suerte es un poco exagerado, apenas se rompe un espejo debe ser envuelto en una bolsa opaca de color negro y sacado inmediatamente fuera de la casa.