ARIES:
El karma de Aries surge de su pasado egoísmo y egocentrismo. Su incapacidad de tener en cuenta las necesidades de los demás y su insensibilidad hacia los sentimientos ajenos genera desafíos kármicos para esta vida, como el de liderar sin oprimir y el de ser autoconsciente. Su mayor desafío kármico será el de aprender a percibir que los otros no son cosas sino que son personas. Desarrollar un poco de empatía es crucial para el despliegue de sus talentos. Su mayor don es el de saber exactamente lo que desea e ir tras su objetivo. El reto kármico será el de estar atento a no atropellar a quienes se interponen en su camino entre él y sus objetivos. Aprender a escuchar a los demás y a tener en cuenta sus necesidades y deseos también será un tema a trabajar.
TAURO:
El karma de Tauro surge de su abrumador apego a las posesiones materiales y de la tendencia a encontrar seguridad en las cosas externas. El desafío kármico es aprender a liberar y buscar esa seguridad interna, que es eterna e indestructible. Tauro tiene la capacidad natural de materializar en el plano físico sus deseos. Tiene la capacidad de generar abundancia y prosperidad. Su reto kármico será el de compartir los frutos de sus talentos con los demás, compartir su prosperidad con otros y hacer un uso ético de sus bienes materiales.
GÉMINIS:
El karma de Géminis tiene que ver con la comunicación. El reto kármico consiste en convertirse en un comunicador significativo, que abra las mentes de los demás en lugar de dedicarse a comunicar material chatarra. Siendo un comunicador por excelencia, diestro con las palabras, será su reto kármico el hacer un buen uso de éstas. Con las palabras se puede acariciar, se puede herir, se puede destruir a otros o ayudarlos a desplegar sus mejores talentos. Géminis tiene el don de la palabra, su reto kármico es el de utilizar éste don para despertar a otros del estado de letargo en el que la mayoría se encuentra y estimularlos a pensar por sí mismos. Deberá elegir entre fomentar el mundo de la mentira (publicidad, marketing, medios de comunicación masiva, etc) o bien animarse a comunicar material con consciencia y ética.
CÁNCER:
El carácter de Cáncer casi siempre se siente cargado por situaciones o relaciones del pasado que se niega a abandonar. Puede haber problemas de codependencia y “amor agobiante” que exijan atención. El reto de este signo consiste en encontrar un modo de cuidar de sí mismo en lugar de depender del apoyo emocional de los demás. Cáncer es “el gran útero”, su desafío kármico consiste en ejercer el rol materno de nutrir, cobijar y cuidar a quien necesita del “nido” y desarrollar la sabiduría de “dejar ir”, de ayudar a volar, de ayudar a crecer y desprenderse del nido a aquellos que están preparados para hacerlo. Un ejemplo literal de esta energía bien canalizada son las “madres de tránsito”. Aquellas madres que ofrecen su hogar para niños en proceso de adopción y que permanecen en sus hogares hasta ser adoptados por una familia. Todo ese cuidado y amor desinteresado que le dan a esos niños aún sabiendo y asumiendo que se irán en algún momento, y que quizás ni siquiera las recuerden de adultos. Ese amor de madre incondicional es la vibración más elevada de Cáncer. Este signo es un signo simbiótico por naturaleza, y su desafío será “ayudar a nacer” a otros en todos sus aspectos. El reto kármico será trabajar en la propia tendencia al apego emocional excesivo y a la tendencia a infantilizar sus vínculos para retrasar la independencia de sus miembros.
LEO:
El karma de Leo consiste en haber sido autocrático e inflexible. Leo necesita reconocer la responsabilidad que conlleva detentar el poder. Su desafío kármico es el de tener poder sobre sí mismo en lugar de dominar a los demás. Leo es por naturaleza un “amplificador de las emociones colectivas”. Es quien actúa las emociones del grupo, las pone por delante para que sean reconocidas y se lleva los aplausos por ello. Leo es el divo o la diva por excelencia. Su desafío es el de no creerse la imagen que proyecta de sí mismo y que los demás le aplauden. No creerse su propio personaje y conectar emocionalmente con los demás desde un lugar de autenticidad. Leo deberá poder desprenderse de su “personaje”, de su imagen para poder seguir tocando, movilizando y abriendo el corazón de los demás.
VIRGO:
El karma de Virgo tiene que ver con el servilismo. Este signo tiene que aprender a servir desde el corazón, con verdadera humildad, sin buscar premios ni reconocimientos. Virgo también deberá aprender a darse el valor que tiene, ya que su tendencia al bajo perfil y a servir a los demás, puede llegar a provocarle inseguridades y baja autoestima. El desafío kármico es ejercitar el juicio y el discernimiento sin volverse crítico o pedante. El desafío de Virgo es el de no dejarse encandilar por la razón y abrirse a la fe, aunque haya muchas cosas que no pueda entender con la cabeza. Que su vocación de servicio sea desde el corazón y desde la fe. Virgo es una persona lógica por naturaleza, pero el desafío kármico es el de reconciliar ciencia y espiritualidad, lógica e intuición, hemisferio derecho y hemisferio izquierdo del cerebro. El karma de Virgo es el de ser un puente entre lo numinoso y lo mundano.
LIBRA:
El karma de Libra se centra en las relaciones y en la tendencia a adaptarse en detrimento de su yo. La indecisión y una relación relajada con la verdad son otras áreas que merecen ser examinadas. El reto kármico de Libra es mostrarse abierto y sincero en sus relaciones, de modo que las necesidades de ambas partes puedan satisfacerse igualitariamente. El reto kármico de Libra es el de descubrir que cuando no está en pareja, igual existe. Descubrir su individualidad dentro de las relaciones, sin perderse en ellas hasta desaparecer. El reto es el de no mimetizarse por completo con el otro, aprender a que puede ser diplomático y conciliador sin caer necesariamente en la falsedad y en la hipocresía. Si bien su esencia es camaleónica debe encontrar su auténtica identidad, aunque ésta sea enormemente flexible y capaz de adaptarse a quien tenga enfrente.
ESCORPIO:
El karma de esta persona está relacionado con el abuso y el mal uso del poder. El reto kármico para Escorpio es descubrir el tesoro escondido en los sucesos traumáticos del pasado. El hecho de que Escorpio haya sobrevivido es parte de ese tesoro, como también lo es la fuerza desarrollada por su personalidad al afrontar esos desafíos. El reto kármico de Escorpio es el de volverse un experto en el manejo de “energías peligrosas” y usarlas para el bien de todos. Haciendo una analogía, se podría comparar con el uso de las vacunas: éstas contienen la enfermedad con la cual pretenden inmunizar a quien la recibe, porque se aplica en la dosis adecuada. El reto kármico de Escorpio es usar las energías tóxicas, dañinas, peligrosas o prohibidas en las dosis adecuadas, transformándose en agente de sanación de viejas heridas o traumas físicos o emocionales. Como Escorpio rige la muerte y el final de los procesos, será también un reto kármico el uso de su sabiduría para dar por terminado situaciones, relaciones, instituciones, sistemas de creencias, etc que sigan vigentes y que sin embargo haya que darlas por finalizadas, ya sea a nivel personal, familiar, social, político o religioso.
SAGITARIO:
Sagitario ha explorado muchos sistemas de creencias durante su prolongada búsqueda de significados. Afronta el desafío kármico de discernir la verdad y vivir de acuerdo con ella. El desafío kármico es el de abandonar todo sistema de creencias y conectar con la verdad desde un lugar más intuitivo y guiado por su Yo Superior. Dejarse fluir desde el corazón en lugar de usar tanto su parte racional, y guiar a los demás a partir de allí. El reto de Sagitario es el de ser Maestro sin proponérselo, el de guiar a otros sin la intención de hacerlo (desde el ego) , es el de abrir caminos sin buscarlo racionalmente. Por el solo hecho de seguir su intuición abre naturalmente puertas para los demás. Y al final, descubrir que él mismo es el camino.
El karma está relacionado con el mantenimiento de una adherencia ciega a las tradiciones religiosas y sociales. El reto para Capricornio consiste en encontrar su voz interna y permitir que dirija su vida; y en integrar la espiritualidad en su realidad material cotidiana. Otro reto kármico para Capricornio es el de despegarse de sus objetivos mundanos y abrirse a objetivos más espirituales. Su necesidad de escalar en su camino puede estar puesto al servicio del ego o bien al servicio de su Yo Superior. El desafío será proponerse metas lo más altruistas posibles y llevarlas a la realidad, cosa que a capricornio le resulta fácil ya que la concreción en el plano físico es algo que maneja perfectamente bien.
ACUARIO:
El Karma de Acuario está relacionado con rebeliones previas y conflictos con la autoridad. El desafío kármico consiste en conservar lo mejor del pasado, abandonar el resto y evolucionar de manera flexible descubriendo la propia autoridad interna y dejándose guiar por ésta. Acuario tiene el desafío de transgredir pero incorporando primero la ley, de lo contrario su inmensa creatividad no podrá plasmarse en el mundo. La rebelión típica acuariana tiende a evadir tanto a las autoridades como a las reglas, sin embargo es incorporando justamente a éstas para luego sí trasngredirlas o trascenderlas, que logrará el auténtico despliegue de todos sus talentos.
PISCIS:
El Karma se centra en torno a su tendencia a representar el papel de salvador o de víctima, buscando la expiación más que la unificación. El reto kármico consiste en aprender a sintonizar y empatizar con el otro sin cargarse con su dolor. Otro desafío kármico de Piscis es el de trabajar su tendencia al autoengaño, a vivir en un mundo de fantasías o mentiras. La verdad para Piscis puede ser muchas veces intolerable pero para su evolución espiritual es necesario que aprenda a afrontarla y a no evadirla constantemente.
VIRGO, PISCIS Y ESCORPIO....
Siempre hay que tener en cuenta que hay tres signos del zodíaco que se relacionan muy directamente con las crisis que pueden relacionarse con el karma y son: Virgo, Piscis y Escorpio. A menudo, parece que los de Virgo y Piscis (o sea, los que tienen en sus mapas muy recalcados estos signos) han de soportar cargas mayores de las que le corresponde, tanto penurias y obligaciones físicas (Virgo) como agitación y confusión emocionales (Piscis). Esto se debe a que estos signos representan etapas cruciales del desarrollo personal, fases de evolución y crecimiento en las que la persona deberá afrontar los frutos de sus acciones y actitudes -Piscis representa el final de todo un ciclo de vida y Virgo la cosecha-. Ambos signos simbolizan un proceso de purificación como preparación para un ulterior desarrollo. Virgo se ocupa de la purificación del ego y de los motivos personales detrás de una conducta franca y Piscis se relaciona con la purificación de las emociones y las imágenes mentales que se acumularon durante los siglos. El signo de Escorpio puede relacionarse específicamente con el karma, porque es durante esta fase de desarrollo que deberemos enfrentar honradamente nuestros deseos y llegar a comprender el poder inherente a ellos. He aquí porqué tantas personas con fuerte énfasis de Escorpio tienen semejante atracción fuerte hacia los misterios, lo oculto, los ámbitos “prohibidos” de la experiencia y las revelaciones acerca del más allá. Estas personas están en contacto con los aspectos más poderosamente negativos de su ser, y su célebre recelo y falta de confianza en los demás proviene del hecho de que, puesto que saben lo poco fiable que pueden ser sus emociones y cuán crueles sus motivaciones, suponen de forma natural que los demás tienen motivaciones similares. Escorpio es el signo de la muerte y el renacimiento, y cualquiera que tenga un énfasis mayor sobre Escorpio en el mapa natal se desgarra entre aferrarse a sus viejos deseos compulsivos puramente por hábito y el deseo más profundo de renacer perteneciente al yo más recóndito.