La sal marina es por excelencia un limpiador espiritual que nos libra de aquellos sentimientos negativos que emitimos o que los demás nos transmiten. Además de ser aconsejable para eliminar bacterias y virus, es indispensable para prevenir que a nuestra casa o cuerpo se acerquen malas energías.
Material:
- 3 kilos de sal marina sin procesar.
- Alcohol antiséptico
Procedimiento:
Esparce 2 o 3 kilos de sal marina sin procesar por las paredes internas de tu casa, haciendo énfasis en armarios y lugares donde no llega la luz del sol. Deja que sus poderes limpiadores actúen por cinco horas y luego barre todos los restos. Para finalizar, quema con alcohol antiséptico la sal recogida, de esa manera te despedirás de la oscuridad acumulada en tu hogar.