Algunas personas reaccionan con ira ante el estrés, por lo que es necesario saber cómo reaccionar; guardar silencio, bajar la voz y repetir las ideas del interlocutor son algunas estrategias útiles.
1. No digas nada. "Sentarte allí con un rostro impasible o una expresión perpleja, en absoluto silencio, a veces es una buena manera de transmitir que lo que alguien acaba de decir -o, en este caso, cuán fuerte lo dijo- es ofensivo para ti". Espera hasta que se quede sin 'vapor' y deje de gritar antes de continuar la discusión.
2. Explica con calma por qué sus gritos te molestan. Si sientes que tienes que hablar, podrías decir algo como: "Cuando alguien me grita así, es muy difícil para mí concentrarme. Siento como si realmente no no nos estuviéramos comunicando". Hay una remota posibilidad de que al señalar el problema lo avergüences lo suficiente como para que baje la voz, pero incluso si no es así, expresar lo que piensas te hará sentir menos vulnerable ante él.
3. Habla en voz muy baja. "Hablar con una voz muy baja y despacio". "Haz que te escuche, incluso hasta el punto en que te pida que hables un poco más alto. Esto puede ser eficaz por dos razones. En primer lugar, distrae al gritón de aquello que lo está estresando y desplaza su atención hacia el contenido de la discusión, donde pertenece, y, en segundo lugar, el enorme contraste entre su voz y la tuya podría hacer que te hable menos fuerte".
4. Reafirma lo que está gritando. A veces los gritones se calman cuando está claro que has entendido el punto que están tratando de enfatizar. Así que, trata de repetirle lo que acaba de gritar, pero en tus propias palabras: "Si te he entendido bien, estás diciendo que tenemos que...". "Si consigues ir más allá de tu reacción visceral y escuchar la esencia de lo que está diciendo, él podría estar revelando información importante". Si es así, demostrar que lo escuchaste podría ayudar a que baje el volumen.
5. Prepara una solución antes de tiempo. Si sabes de antemano que ha sucedido algo que probablemente lo moleste, "no vayas sin prepararte. Ten listas ideas sobre cómo hacer frente a cualquiera que sea el problema - idealmente que sean creativas y sorprendentes". "Una sorpresa a menudo lanza fuera de balance a un gritón y le hace detenerse y considerar un enfoque que no se le había ocurrido a él. Una vez más, cuando presentes estas ideas, habla en voz baja. Después de un tiempo, podría captar la indirecta".