Ni mucho, ni poco
Las emociones son una parte inherente del ser humano, ya que por medio de ellas expresamos mucho de lo que no decimos, lo que las hace igual de importantes en nuestra vida diaria. En esta ocasión conoceremos las 10 maneras de no ser explosivo.
Des-equilibrio
Las emociones negativas, como la ira, la envidia o amargura, tienden a salirse de control, sobre todo inmediatamente después de que hayan sido activadas. Con el tiempo, este tipo de emociones pueden crecer lentamente como maleza y condicionar la mente para funcionar en base a los sentimientos negativos y nuestra cotidianeidad.
Situación adecuada
El psicólogo de la Universidad de California, Brett Ford, asegura que “la ira puede ayudarnos a conseguir nuestros objetivos, y a ser más felices y estar más sanos a largo plazo”. La clave es saber cuándo, dónde, por qué y cómo enfadarse, y en usar el enfado de forma estratégica, sin que nos controle.
1: Inmediatez
Reaccionar inmediatamente a los desencadenantes emocionales es un error, ya que puedes hacer o decir algo de lo cual te arrepentirás más tarde. Antes de responder, toma una respiración profunda, hazlo hasta retomar tu ritmo cardiaco normal y afirma que todo eso es temporal, asegura la doctora Carmen Harra.
Si hubiera…
Investigadores del Centro Médico de la Universidad de Hamburgo-Eppendorf en Alemania, reportaron evidencias de un experimento que sugiere que, para envejecer apropiadamente, se debe dejar ir los arrepentimientos de oportunidades perdidas. Así que ya sabes, a dejar el arrepentimiento a un lado.
2: Poder divino
La fe es nuestra salvación en momentos oscuros, sin importar credo. Esto es porque cuando se cree en una fuerza superior, también se piensa en el poder de la intervención divina que nos muestre lo que debemos hacer y el porqué algo está sucediendo de ese modo, indica la doctora Harra.
El precio del mañana
El área cerebral del arrepentimiento es el estriado ventral, y se encuentra más activa cuando las personas presentan una edad avanzada, pues cuando somos mayores, el futuro se hace más pequeño, y también las oportunidades de corregir errores anteriores, asegura el Centro Médico de la Universidad de Hamburgo-Eppendorf.
3: : Reestructuración
En lugar de reaccionar comúnmente con insultos o maldiciones, cambia el "ay", "es horrible", "terrible", "se arruinó todo", por un "es frustrante y es comprensible que esté disgustado(a) pero no es el fin del mundo y enojarme no lo soluciona", asegura la Asociación Americana de Psicología, APA por sus siglas en inglés.
Salva tu vida y la de tu pareja
Ernest Harburg, profesor emérito de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Maryland, comprobó que quienes suprimen su ira en las disputas con su pareja mueren antes que aquellos que la liberan; “la idea de inhibir siempre tu ira, fomentada por religiones y pacifistas, no es saludable”, asegura.
4: Salida saludable
Una vez que has controlado tu emoción, debes darle una salida saludable, debido a que las emociones no deben ser reprimidas. Una buena opción es platicarlo con alguien de confianza. Muchas personas encuentran un refugio en los deportes agresivos o de contacto y otros en la meditación.
Las raíces
Cuando a los niños no se les enseña a controlar su enojo o ira, en el futuro pueden ser incapaces de manejar sus emociones, lo que finalmente se traduce en conductas como agresión física y verbal, hostigamiento psicológico o exclusión social, afirma Benilde García Cabrero, de la Facultad de Psicología de la UNAM.
Algunas personas tienen una creencia cultural de que cada problema tiene una solución, y su frustración aumenta al descubrir que no siempre es así. La mejor actitud para superar dicha situación es concentrarse, no tanto en hallar la solución, sino en cómo manejar y enfrentar el problema, indica la APA.
Bajo control
La capacidad de control, uno de los mecanismos básicos para poder manejar las emociones, es condicionada por la manera en que los adultos han enseñado a los menores a gestionarla. Ello incluye aspectos como la simpatía y la empatía; ser empáticos permite que desarrollen conductas pro-sociales, destaca García Cabrero.
6: Comunicación
Es natural ponerse a la defensiva ante las críticas, pero no nos defendamos; escuchemos el trasfondo de las palabras. Tal vez el mensaje es que la persona se sienta abandonada y no querida. Puede ser necesario cuestionarse con paciencia para descubrir esto y también puede ser necesario tomarse un respiro, dice la APA.
¿Más o menos iracundo?
Existen pruebas de que algunos niños nacen irritables, sensibles y que se enojan con facilidad, y estos signos están presentes desde una edad muy temprana. Otro factor puede estar asociado a la manera como se les enseña a lidiar con las emociones correctamente, afirma la APA.
7: Más allá
Cada acontecimiento de nuestra vida, ya sea bueno o malo, tiene un propósito más alto. Sabiduría significa ser capaz de ver más allá del momento y discernir el mayor significado de cualquier situación dada. A medida que el tiempo pase, las cosas se ven más claras, asegura la doctora Harra.
8: Lo siento
Perdonar es la mejor opción, ya que nos desconecta de las emociones negativas, pues a medida que perdonamos, asegura la doctora Harra, distinguimos mejor las situaciones que nos hacen explotar.
9: Sé positivo
Aunque casi siempre resulta difícil, cuando hemos perdido el control, una buena opción para regresar a la cordura es pensar positivamente, es decir, pensar en cosas que nos hacen sentir seguros y por medio de ellas llegar o lograr una solución para lo que nos altere, asegura la doctora Harra.
10: De buen humor
El “humor tonto” puede ayudar a calmarnos de varias formas. No intentes simplemente “reírte” de tus problemas; en cambio, usa el humor para ayudarte a enfrentarlos de manera más constructiva. Segundo, no des lugar al humor cruel y sarcástico; esa es otra forma de agresión no saludable, indica la APA.
Siempre atentos
La doctora Carmen Harra nos hace una recomendación muy importante que debemos tener presente: “las emociones surgen a través de nosotros en cada segundo del día, debemos calmar nuestro espíritu y relajarnos, cuando el momento haya pasado, agradeceremos ser los amos de nuestras emociones”.
