Los científicos han descubierto que las semillas de uvas son potentes contra esta enfermedad puesto que son altas en antioxidantes, lo que hace que nuestras células se regeneren y eliminen las que están causando el problema dentro de nuestro cuerpo.
Los expertos de una universidad estadounidenses, han demostrado que la semilla de uvas puede curar más del 75% de los tipos de canceres que existen en la actualidad, evitándonos los costosos tratamientos, y las dificultades que estas terapias le trae al paciente.
Los poderes de las uvas se datan desde hace más de 1000 años, descubierto por los egipcios, y los griegos reconocen el poder curativo de esta fruta no tiene límites, los santeros de la época en Europa no desperdiciaban nada de las uvas, utilizaban la sabia de la vid de las plantaciones de las uvas y la utilizaban como un bálsamo sobre las pieles enfermas, y los ojos enfermos.
El compuesto anticancerígeno de las uvas se encuentra en toda la fruta, pero en las semillas es donde mayor concentración tiene. En la actualidad las semillas de uvas la podemos conseguir en las farmacias naturales en capsulas y extractos.
Les vamos a mostrar cómo preparar sus semillas de uvas en casita.
INGREDIENTES:
1 taza de semillas de uvas
1 envase de cristal con su tapa
1 mortero
1 paño limpio
PREPARACIÓN:
Vamos a lavar nuestras semillas con agua apta para el consumo.
Luego la vamos a secar con un paño limpio.
En un plato la vamos a poner a secar al sol. Durante dos o tres días.
Pasado el tiempo, procedemos a majar con el mortero las semillas de las uvas, si es necesario podemos envolver las semillas en un paño limpio, una vez esté triturado lo guardaremos en el envase de cristal cerrado, en un lugar seco y fresco.
Consumiremos este polvo dos veces al día en agua o en jugos, por el tiempo que sea necesario. No exceder los tres meses.