Gloriosísimos mártires Cosme y Damián,
que apenas consumado vuestro sacrificio
con la decapitación de vuestras cabezas
con que quiso el Señor solicitar
vuestra coronación allá en el Cielo,
visteis, que al invocar vuestros nombres,
y por la veneración de vuestras reliquias,
se multiplicaban los grandes prodigios
de las curaciones instantáneas
de enfermedades desahuciadas,
y de alivio para los menesterosos
que con desesperación imploraban vuestra ayuda;
por ello la Santa Madre Iglesia
os ha acogido en el número de los Santos,
cuya invocación es obligatoria,
para todos los sacerdotes
en la celebración de la Santa Misa.
Milagrosos santos Cosme y Damián,
socorro de los enfermos,
auxilio de los desamparados
y grandes benefactores de los necesitados,
acudo ante vosotros con mis dificultades
para solicitar humildemente vuestra ayuda,
concededme santos candorosos
solución a mis acuciantes necesidades,
para que aliviando mis miserias y pobrezas
pueda encontrar tranquilidad y desahogo
en la desesperada situación por la que paso:
(hacer la petición).
Implorad Cosme y Damián la gracia que,
procurándonos imitar fielmente
las eminentes virtudes
por las cuales fuisteis considerados
verdaderos modelos a seguir,
merezcamos ser asistidos eficazmente
por vuestra santa intercesión
en nuestros agobios materiales,
y en todas nuestras necesidades,
tanto corporales como espirituales.
Amén.
Rezar con mucha devoción y esperanza
tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Glorias.