Si alguien está aplicando alguna técnica para hacerte daño, o simplemente su pensamiento negativo está alcanzándote, este es un ritual muy eficaz y sencillo de hacer.
Recuerda lo que siempre te digo: Nunca ataques, solo defiéndete.
Esa es la clave de la magia blanca: Nunca atacamos, solo nos defendemos. No pedimos daño para nadie, únicamente rechazamos el posible daño que nos envían poniendo un cerco a quien nos envía algo negativo.
Esta es una formula muy justa, porque si tu paras lo que alguien te envía y ese algo no es malo, no pasa nada, ni de un lado ni de otro.
Este es un ritual muy sencillo para rechazar lo que otros nos envían.
Material:
- Un velón rojo, el color de la Diosa Morrigan, que es a quien tienes que dirigirte.
- Ruda troceada
- Sal muy gruesa
- Aceite de Almendras
Procedimiento:
- Unges el velón con el aceite de Almendras
- Colocas la ruda y la sal gruesa sobre un folio, y una vez extendidas haces rodar el velón sobre esa patina hasta que esté bien cubierto.
- El velón se prende sobre un recipiente forrado con papel de plata y cuando la llama esté alta has de pronunciar el conjuro de Morrigan, la Diosa de la Fuerza
“Diosa de la Fuerza y de la Lucha, se la muralla que me defienda de la maldad de mis enemigos. Sobre todo de (di aquí el nombre de quien pienses que es quien te ataca) para que no pueda alcanzarlos. Y que contra esa muralla se tropiece el daño que me envían y se aleje de mí y de los míos. Quedaré a salvo bajo tu protección, mi Diosa, en el mismo momento que esta vela, con los símbolos de toda la maldad, se consuma”.
- Cuando la vela se consuma del todo, la recoges en papel de plata, papel albal, y la entierra lejos de tu casa.
Vuelvo a insistir que con este ritual te defiendes. No vas contra nadie, ni le deseas mal a nadie porque ese no debe ser nunca nuestro propósito.
