Existen colores propicios para cada ocasión, también es importante la forma, el tamaño y el olor que posea nuestra vela especial para invocar la buena salud, estabilidad económica y amor. Comenzaremos describiendo los ingredientes y referentes de nuestra vela.
Es importante que nuestra vela sea preparada, cumpliendo los requisitos que se sugiere para que la efectividad sea incalculable. Comenzamos teniendo en cuenta que el poder de las velas según su color junto con la energía necesaria nos favorecerá para crear nuestra veladora.
El amarillo simboliza la seguridad material y el poder en lo económico. Este color permitirá atraer una buena cantidad de energía positiva y fortaleza.
El verde invocará al Arcángel San Rafael, guardián de la salud. Este color también evoca a la esperanza y la fe.
El blanco representa la armonía de todos los colores pues resulta la suma de todos ellos, es esta la luz de la divinidad y la pureza.
El color rosa ayuda a la suavidad y la sensibilidad en el amor. Representa la feminidad, la sensualidad y el instinto.
El rojo revela la pasión, el amor y la sexualidad. Se le identifica con Marte, por eso está lleno de fuerza e ímpetu.
La forma escogida es la del trébol de cuatro hojas, un elemento de la buena suerte y la buena fortuna. Cada pétalo corresponde a uno de los objetivos correspondiente a su color y el último a la fuerza y fe para lograr la felicidad. Al centro se coloca la parafina de color blanca que evoca a Dios, omnipresente.
Podemos encender la veladora y pedir por nuestra felicidad en general o específicamente, dependiendo de nuestros problemas y la fragilidad que tengamos en cada asunto.
Existe un día especial para cada tipo de pedido: el martes o el viernes para resolver problemas de amor, el miércoles de dinero y el jueves de salud.