Hay un aroma para cada ocasión.
Aromas para el amor, la suerte, la protección…
Aromas para triunfar y para poner a cada una de las diosas a tu favor.
Pero, si como es mi caso, tú tienes un perfume que utilizas siempre y con el que identificas tampoco debes renunciar a él.
Es muy fácil convertir tu propio perfume en un filtro mágico que cubra tu aura como un manto protector y atraiga hacia ti la suerte.
Tienes que buscar un imán pequeño, diminuto, o unas limaduras de hierro imantado que puedas introducir en el frasco de tu perfume
Has dejarlo siete noches bajo la Luna Creciente con el imán en su interior.
Si como es frecuente en nuestros tiempos el frasco que contiene tu perfume es hermético y no se puede abrir debes poner el imán pegado al cristal en su base.
¡Aun a través del cristal la energía del imán y de la luna impregnará tu perfume favorito de la magia necesaria para ser, además de parte de tu personalidad, una ayuda grande de protección y de suerte.
A la mañana después de la séptima noche, recupera el perfume, pon unas gotitas en las palmas de tus manos y extiéndelas hacia arriba, ofreciendo ese aroma al universo.
Son esas pequeñas cosas fáciles de hacer y que te conectan con ese mundo invisible y especial que está ahí para ti, para que tú lo utilices.
