Receta- Curación Emocional


Es muy apropiado cuando atraviesas momentos difíciles y duros en tu vida, cualquiera sea la razón. Problemas amorosos, familiares y de relaciones, crisis de vida, peleas, dolencias físicas, despidos y falta de trabajo y dificultades económicas de todo tipo puedes ser algunas de las muchas cusas de dolor emocional que perjudican tu vida seriamente.
Lograrás sanar tu alma, tu ser espiritual y recobrar la energía, la fe , el optimismo y la confianza que las soluciones aparecerán ante ti de cualquier lugar, el dolor cesará y te sentirás con plenitud y paz nuevamente, que es el estado natural en que deberíamos estar vibrando en todo momento.

MATERIAL:

-Dos frascos de vidrio
-Un limón entero
-Una piedra
-Agua con sal
-Vinagre
-Una vela blanca
-Dos pedazos u hojas de papel y tinta de color para escribir
-Semillas de una planta/flores o una planta muy pequeña en crecimiento.


PROCEDIMIENTO:

Escribe con algo afilado tu nombre en la vela blanca y enciéndela.
Ahora con un lápiz, fibrón, marcador de color NEGRO, vas a dibujar en una de las hojas un gran corazón. Una vez listo, escribe dentro de él todo lo negativo que hay en tu vida, lo que te está complicando, entristeciendo, causándote problemas. Escribe todo, ya sean cuestiones amorosas, familiares, laborales, problemas de dinero, deudas, depresión, insomnio, angustia… todo lo que no quieres en tu vida, aquello que quieres que desaparezca.

En uno de los frascos, llena hasta la mitad con agua y vinagre. Coloca dentro el limón entero.
Toma el corazón que dibujaste y, con cuidado, quémalo con la llama de la vela, dejando en un plato o recipiente para que se queme hasta reducirse a cenizas.
Agrega las cenizas dentro del frasco diciendo:
“Que todos mis problemas se marchiten y se pudran, se reduzcan a nada, que se agríen y avinagren. Que todos mis pesares desaparezcan hasta ya no ser. Que así sea.”
Tapa el frasco y agita bien. Deja reposar a un costado.

Ahora vas a dibujar otro corazón en otra hoja de papel.
Utiliza una tinta de COLOR para ello, eligiendo un color rojo si los problemas que quieres eliminar con el hechizo de curación son en su mayoría relacionados al amor, verde si es por dinero, deudas y trabajo, azul si es por salud, violeta si es por cuestiones emocionales como ansiedad y depresión, amarilla si es por amistad y relaciones, naranja si es con tu confianza, autoestima y optimismo,etc.

En el otro frasco, coloca primero dentro la piedra que has escogido. Idealmente puedes utilizar un cuarzo blanco o claro, pero si no dispones de él, con una piedra común, de color claro, estará bien.
Llena el frasco con agua con sal, preparando un agua bien salada.

Doblando un poco la hija de modo que quepa en el frasco, colócala dentro, sumergiéndola en el agua, que quede completamente tapada, mientras dices:
“Que todo lo que sueño y espero, crezca, sea, exista, para mi bien y para bien de todos. Que todo sea armonía y crecimiento. Que el poder divino esté conmigo siempre, bendiciendo mi vida con su guía y su ayuda. Que así sea.”
Cierra el frasco y deja allí.

Una vez que la vela blanca se ha consumido y apagado, tora los restos de cera a la basura y harás lo siguiente con los frascos:
El frasco con el limón: En un lugar que no sea tu casa, vierte todo el líquido en la tierra y en ese mismo lugar humedecido, cava un pequeño hueco y entierra el limón. Tapa bien y márchate de allí si ver atrás.
El frasco con la piedra: Para finalizar este Hechizo de curación emocional, si tienes semillas de una planta bonita o flores alegres, planta en la tierra o en una maceta, haciendo un bollito con la hoja de papel. El agua salada tírala, no la agregues a la planta.
Si no tienes semillas pero ya tienes una planta nueva, pequeña, en crecimiento, cava un poco y coloca el bollito de papel.
En la superficie de la tierra o de la maceta, coloca por último la piedra, que quede visible.
Es conveniente que la planta reciba luz del sol y luz de la luna también.

Con este Hechizo de curación emocional, sentirás progresivamente una gran renovación y bienestar, y bastará tomar en tus manos la piedra unos momentos cuando te sientas mal, para recibir un enorme caudal de energía curativa y positiva, que te restablecerá de inmediato.
Una vez que has transferido a la piedra esas cargas negativas, lávala bajo el chorro de agua del grifo y colócala otra vez en la tierra o la maceta con tu planta, para que el hechizo de curación continúe funcionando todo el tiempo.