Señor mío y Dios mío, gracias por pasar tu mano sanadora por todo mi ser y hacerme sentir que me amas y que quieres lo mejor para mí.
Te pido en este momento que pases tu mano por mi mente y sanes todas las heridas que los malos recuerdos me causan, dame la posibilidad de tener una mente tranquila y sana para poder trabajar con ganas.
Quiero vivir para Ti y eso sólo es posible si Tú me llenas de tu amor y me haces comprender que fuera de Ti todo es tristeza y soledad.
Gracias por darme la paz que necesito para descansar y por prepararme para enfrentar mañana las tareas que la vida me traiga.
Confío en tu poder misericordioso y me duermo en tu presencia.
Sólo puedo dormir confiado y tranquilo si te entrego cada latido de mi corazón.
Amén