Yo soy la calma y la tranquilidad, Dios esta conmigo. ¿Por qué me atemorizo?
La serenidad y la paz son mías por derecho de conciencia.
Todas y cada una de las células del cerebro y de mi sistema nervioso están siendo aquietadas en este momento por la mano tranquila y suave de Dios.
Me envuelvo en un rayo verde, que me sosiega y aquieta y decreto que en Dios vivo me envuelvo y tengo mi ser.
Por eso, estoy tranquilo; estoy en paz, estoy seguro porque estoy con Dios.
Así como las plantas y los animales viven en quietud y sin alteración ninguna, así será mi vida desde este momento: llena la paz, serenidad, armonía y confianza.
Gracias Padre, por esta paz, que supera todo entendimiento.