Padre de amorosa bondad y de infinita misericordia,
gracias te doy por ese amor que jamás me dará piedras por alimento,
ni permitirá que la necesidad me aniquile y me lleve a la desesperación.
Permíteme entender y aceptar que siempre estás cerca y que eres el Señor de mi vida,
mi refugio y mi fortaleza y ayuda fácil de encontrar en momentos de dificultad.
Poderoso Padre Celestial, mis necesidades son muy grandes,
pero tus recursos son infinitos.
Por eso, confió en que suplirás mi necesidad de hoy y siempre.
Gracias Padre, porque esto ha sido y siempre será así: (pide tú deseo).