No estamos solos, no somos simples entes físicos. Poseemos una gran dimensión espiritual. Nuestros ángeles cuidan de nosotros y nos ponen en contacto con nuestro propósito y nuestra misión en esta vida. Podemos perder el contacto con nuestro ángel pero nunca deja de velar por nosotros, siempre está ahí, cuidándonos en cada paso que damos y deseando brindarnos su consejo y soporte cuando se lo solicitamos. Nada es imposible para él…