“Si para recobrar lo recobrado,
debí perder primero lo perdido.
Si para conseguir lo conseguido,
tuve que soportar lo soportado.
Si para estar ahora enamorado,
fue menester haber estado herido.
Tengo por bien sufrido lo sufrido,
tengo por bien llorado lo llorado.
Porque después de todo he comprobado,
que no se goza bien de lo gozado,
sino después de haber padecido.
Porque después de todo he comprendido,
que lo que el árbol tiene de florido,
viene de lo que tiene sepultado”.
Santa Teresita
ORACION
Señor Jesús,
que eres Dios y conoces todas las cosas,
que eres hombre y has vivido tu propia muerte en la cruz;
tú que lloraste la ausencia de un amigo,
a quien amabas entrañablemente,
comprendes hoy el dolor de nuestra comunidad
- de cada uno de nosotros -
ante la muerte de nuestro hermano (Nombre)
Nos conforta tu presencia y tu testimonio
y nos ilumina tu palabra, que es palabra de vida,
de esperanza cierta en la resurrección.
Tú eres la resurrección y la vida:
el que cree en Ti, aunque haya muerto vivirá.
Nuestro hermano (Nombre) creyó en Ti
y sabemos que cumplirás en él tu promesa,
no por lo que él hizo sino por lo que Tú eres,
no por sus méritos sino por tu misericordia.
También nosotros creemos en Ti, Señor.
Tu Pascua nos permite preguntar
el gozo de nuestra propia pascua.
Haz que mientras permanecemos en este mundo,
sepamos ser como el grano de trigo
que cae en tierra y muere para dar fruto abundante:
el fruto de la vida, que eres Tú, Cristo resucitado,
profecía y testimonio del hombre nuevo.
Te lo pedimos confiadamente
por intercesión de María, Madre nuestra.
Amén.