Aquí vengo con la fe de un alma cristiana
a buscar tu misericordia, en situación tan angustiosa para mi.
No me desampares y las puertas que quieran abrirse en mi camino sean tus Poderosas Manos las que las dejen abiertas, si ha de volver mi tranquilidad tanto tiempo deseada.
A tus pies dejo esta súplica que te hace mi alma afligida y que sólo pueden venir en mi ayuda tus Manos Poderosas.
(Hacer la súplica)
Ayúdame a ser buena cristiana, haciendo buenas obras, en hechos y palabras, y así obtener de tu infinita misericordia, el perdón por las culpas y errores que he cometido en mi existencia.
Así sea.