9 días a San Martín Caballero para pedir un Milagro
¡Oh bienaventurado pontífice,
que amaste con todo tu corazón a Cristo rey
y no temiste los poderes de este mundo!
¡Oh alma santísima,
que, sin haber sido separada de tu cuerpo
por la espada del perseguidor,
has merecido, sin embargo, la palma del martirio!
Tú que habitas en las alturas,
ten misericordia de nosotros.
Martín, sacerdote de Dios,
que por tus méritos y virtudes
te han sido abiertas las puertas del reino de nuestro Padre,
y desde allí nos ayudas y proteges.
Tú que con los ojos y las manos
continuamente levantados al cielo,
no cejabas en la oración,
ora por nosotros en nuestras dificultades.
Martín, lleno de alegría,
fuiste recibido en el seno de Abrahán;
Martín, aunque pobre y humilde,
entraste en el cielo cargado de riquezas.
¡Aleluya!
Tú que estás junto a Dios todopoderoso,
ten misericordia de nosotros,
y media ante Él que es infinita bondad y misericordia
para que podamos conseguir este milagro
que tanta falta nos hace en nuestras vidas:
(decir lo que se quiere conseguir con gran esperanza)
Rezar Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
¡Oh bendito San Martín de Caballero!,
que en piedad y amor
abrigaste a un pobre mendigo
que se congelaba,
dividiendo tu propio manto en dos,
mira hacia mí,
tan pobre y tan sólo,
con los ojos de tu piedad
e intercede por mí
ante el trono de Cristo
para que yo pueda encontrar ayuda
en todas mis necesidades,
ambas espirituales y materiales.
Así sea.
(hacer nuevamente las peticiones con mucha fe).
Rezar Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
OREMOS
Oh! Glorioso San Martín
infatigable pastor que no descansaste sino en la Gloria
y a quién Dios quiso premiar con el don de milagros,
te imploro intercedas sin cesar por mi,
para que me sea otorgado
el milagro que en estos nueve días
con la confianza puesta en ti pido,
si es del agrado de Dios y bien de mi alma.
Por tanto trabajos que tuviste,
te ruego que en los míos,
me consigas del Dios de las misericordias
conformidad para llevarlos con agrado en esta vida
y poder en la otra descansar eternamente.
Rezar Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Hacer las oraciones y los rezos nueve días seguidos.
