Para abrir los caminos en todos los ámbitos es necesario tener una casa limpia y purificada. Esto se puede lograr con esta sencilla receta.
Ingredientes:
º ramas de laurel
º velas blancas (una por cada puerta de tu casa)
º agua con sal
1. Lava los pisos de las habitaciones con agua y sal. Deja que se sequen completamente y coloca una vela blanca en cada una de las puertas.
2. Toma las ramas ya secas y enciéndelas con la vela que está en la puerta principal.
3. A continuación comienza a caminar por la casa en el sentido que corren las agujas de un reloj, esparciendo el aroma del laurel y pensando que se van los estancamientos y todo lo negativo, se pide protección también.
4. Espera a que las velas se consuman completamente.
Al finalizar la limpieza, pon las cenizas del laurel y los restos de las velas (si sobró) en un pañuelo y llévalo fuera de la casa.
Se recomienda realizar esta sencilla receta a principios de mes.
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